22 ene 2012

Mike an Molly


 Mike and Molly





Mike and Molly nos presenta a una maestra de cuarto grado, simpática, adorable y a un policía sensible, tímido e inseguro. Mientras que Molly tiene que lidiar con una madre y una hermana que culpan a los genes paternos por su obesidad — además de comer pastel de chocolate frente a ella cuando se está ejercitando —, Mike recibe todo el apoyo posible de su compañero Carl, personaje que recibe las mejores líneas. En conjunto, los personajes no ofrecen nada nuevo, al menos no hasta el momento. En este apartado nos queda a deber.
En cuanto a los detalles técnicos, tenemos un clásico sitcom que se vale del track interminable de risas; algo característico en los sitcoms pero, en el caso de las producciones de Lorre se abusa de ello — ejemplo, The Big Bang Theory —. Además de esto, tenemos los típicos sets del género: la casa de la protagonista, el salón donde imparte clase, el lugar donde son las reuniones del grupo de ayuda, el restaurant frecuentado por la pareja de policías. Realmente nada extraordinario.
No voy a negar que el visionado logró arrancarme dos o tres carcajadas, pero definitivamente la propuesta queda corta. Lorre y la producción en general necesitan trabajar más en el proyecto; los guionistas tienen un gran reto en puerta. Por lo pronto le daré una oportunidad, quizá a dos o tres episodios. Veremos si las preocupaciones de Lorre, expresadas en su Vanity Card, se convierten en un problema mayor o logra encontrar el camino para sacar adelante tres producciones al mismo tiempo.

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